Tener ganas de llorar no es común estando lejos, la comodidad del silencio me ayudo a tragar grueso tantas quejas y aprendí que todos tenemos un lado oscuro, pocos lo conocen, pongo en duda que alguien lo perdone.
Tener ganas de llorar ahora es por otra cosa, ya no se relaciona con el sentimiento de aprecio, puedo asociarlo con el odio. Lloro porque odio lo que pasa a veces.
Cuánticamente existen los problemas nos gusten o no y estando lejos veo las cosas mas lejos, ya no lloro porque entiendo que así arreglo poco o nada.
Ya no lloro por que no estoy ahí, lloro porqué me toco dejar parte de mi vida en otra vida, lloro por que a veces la extraño y ya no esta, lloro con odio cuando logro llorar por algo.
Crecer lejos duele, lejos de mi comodidad, no puedo agarrarme de nada mientras caigo, lloro con sangre en los ojos pero me levanto.
Y con orgullo lo escribo, ya no soy la misma persona, lo se por que ya no lloro como antes.
Comentarios
Publicar un comentario